Friday, August 11, 2006

es hermosa.
nunca imaginé que podía querer tanto a un bebé.
nunca pensé que el sentimiento de tía fuera tan fuerte.
que echaría de menos su sonrisa, su llanto, sus caprichos, su tata, tata. sus palabras imposibles de entender y su gran capacidad de transmitir cariño.
mira qué manitas, que vestidito, que cosita!!
es hermosísima y la requiero.
estar con ella estos días me afectó de manera positiva.
volví como si fuera yo la beba.
buscaba el cariño, el contacto que entre ella y mis padres recibí en ese pequeño pueblo que le llaman LE MEUX, porque algun nombre tenía que tener una calle con tres (contadas) tiendas.
me sentía cercana a todo el mundo, con ganas de querer y que me quieran, sin condiciones, como hace ella. que te lo da todo sin ser consciente, sin preguntar ni exigir. que entiende cuando tiene que frenar, que ella manda y yo mando, que aunque no haya vivido casi nada, lo tiene todo y no le falta nada más, que una vez entre en el mundo adulto perderá toda esa inocencia en la que ahora reside todo su encanto, que me la comería y que la extraño horrores.





el INTENTO (porque no se quedó más que en eso) de la semana fue que las cosas no me afectaran, que pudiera patinar encima de todo eso que en otro momento me podía haber sacado de mis casillas, pero no es fácil.
soy vulnerable.
me afecta la gente y lo que puedan decirme, aunque sea gente que se me acaba de cruzar en la vida.
y eso no es, porque puedo acabar loca.

un mail de manu me puso en mi lugar, me dió una lección el nene.
él ha decidido dedicar su tiempo a ayudar a gente que no tiene tanta suerte como nosotros.
y eso, hoy por hoy, es envidiable.
en este mundo en el que a la gente solo le preocupa el vecino, en si es mejor o peor que él, el competir y el mirarse el ombligo, es MUY envidiable.
hoy, que nos estamos olvidando de que los humanos deberíamos ayudarnos en vez de tirarnos mierda unos a los otros, decido que no voy a pasar por el aro, que no permitiré que nada me corte mi manera quizá utópica de ser, pero que al menos es mía, y que nadie decida por mí, que si me equivoco en algo es porque yo decido equivocarme y no por haber roto las normas de la superficialidad.
que no dejaré que nadie me diga cómo tengo que ser o dejar de ser.
que si no os gusta lo siento, pero no me puedo callar porque sino me salen pupas en la boca.
he dicho.

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