Monday, October 29, 2007

llevo tres días encerrada en mi casa.
uno y medio por razones de salud.
tengo tal amigdalitis que me da miedo llegar un punto en el que no pueda ni tan siquiera respirar de lo hinchada que está mi garganta.
así que decidí no ir a trabajar porque me sentía mal.

aproveché para ir al CAP del barrio y cambiarme de médico, y así pedir hora de urgencia para hoy, al menos para que me den el justificante para el curro…

había mirado en la guía dónde estaba el CAP, y ahí me dirigí, pero cuál fue mi sorpresa -grata, en cierto modo- al ver que eso NO ERA UN CAP, sino un CENTRO DE SALUD MENTAL. me permití bromear con la enfermera y decirle que también me podían dar hora para el loquero, que también me hacía falta. ella al menos se rió, no como los pacientes que estaban esperando en la sala…

me pateé paseo valldaura hacia arriba y qué casualidad, fíjate tu, que la vuelta que había hecho había sido inútil, porque el CAP, el verdadero CAP, está a tres minutos de mi casa, justo delante del supermercado donde suelo comprar.

entrar ahí fue como buscar un salvavidas la noche del hundimiento del titanic.
todo de viejos -pero lleno! de donde salen? donde se esconden normalmente?- esperando su turno en un mostrador donde 4 enfermeras iban perdiendo un poquito de su paciencia con cada viejito que atendían.
cojo número.
el 46.
miro la pantallita y veo un grande y luminoso 21.
¡¡¡¡¡NOOOOOO!!!!!
¡¡no aguantaré tanto rato metida aquí con estos hipocondríacos-por-aburrimiento!!

me voy fuera y decido sentarme en el parquecito para hacer tiempo. ahí se me saltan unas lágrimas mezcla de impotencia, cansancio, dolor de garganta, soledad y tristeza.

empiezo a leer la cuore y se me pasa, pero pronto decido entrar “no vaya a ser que se me pase el número y la liemos con tanto viejete”.
tal cual, entro y veo el 51.

me cuelo descaradamente pero no es fácil, estos ancianos son unos maestros en el arte de colarse, y de no dejar que te cueles! hago una intentona con uno, que parecía adorable por cierto:

“perdone, es que me fui afuera a tomar el aire y se me pasó el número, tengo el 46”
“ah, yo no sé nada, qué quiere que haga? pregunteselo a la señorita” (porque para ellos las enfermeras son “señoritas”, aunque algunas tengan más de medio siglo…).

decido pasar de él y de los 40 más que había por ahí y engancho a la primera enfermera que se queda libre.
consigo mi propósito, cambiar de médico y conseguir una cita para hoy. la enfermera que me atendió muy amable pero digo yo que se le habrán atrofiado las neuronas de tanto hablar con viejetes porque a mi me habló como si fuera uno de ellos o peor, como si me faltara un hervor.

ahora mi nueva doctora se llama dr.barriga (manda huevos) y visita tanto por la mañana como por la tarde, depende en qué día decidas ponerte enfermo.

Thursday, October 04, 2007

ranking de desubicados

1. mi vecino.
cuando esta aburrido se dedica a picarme a la puerta tipo "hola", con su cara de tonto incluida.
he optado por no abrir cuando no espero a nadie pero claro, ya me hace sentir incómoda en mi propia casa.
imagínense a la mire haciendo funny stepper, o pegándose uno de sus bailoteos, y de repente "mEEEc" -poque mi timbre suena así de feo-.
me corta el rollo.

2. los guiris -algunos-.
¿es necesario llamarme "bitch" entre dientes cuando no te quiero hacer el descuento de estudiante bien porque no tienes carné de estudiante o porque me estás mostrando uno del 2003?

3. yo misma.
hay que dar ejemplos?



el ranking seguirá, o está abierto a quien quiera incluir algo o alguien.

Tuesday, October 02, 2007

¿vale cenar una ensalada después de haber estrenado mi "funny stepper" -mi talla de cintura para abajo ya empezaba a ser preocupante-, quedarse satisfecha, sin hambre, lavarse los dientes y seguidamente comerse un muffin con pepitas de chocolate y con un 20% de mantequilla?